Vaya líderes y vaya socios que tenemos. Cuando Sir
Winston Churchill dijo aquello de que “tienen los líderes que se merecen” no
hacía otra cosa que no fuera propaganda de guerra. Lo cierto es que este país
nuestro no se merece a sus líderes. Más bien nuestros líderes no se merecen a
estos ciudadanos.
Esta mañana, una minera asturiana
me ha hecho soltar una lágrima. Era la impotencia, la desesperación pero también
la constatación de que hay gente aquí que nos hace reconciliarnos con el género
humano.
Este gobierno, o lo que sea, va a
conseguir, al fin, que los españoles abandonen España a oleadas, como en los
viejos tiempos. Son peor que los hutus con los tutsis, al menos esos los
mataban a machetazos. Dicen que en cien días asesinaron a un millón de personas,
por cierto, con la bendición de la iglesia católica oficial. Calcúlense los
muertos por minuto, es tan terrible que indicar la cifra me parece
una grosería. A nosotros no nos pasan a cuchillo pero nos roban la esperanza y
eso es una de las peores cosas que se puede hacer con la gente.
Ese personaje insufrible que
atiende por Montoro y al que para desgracia del pueblo “soberano” (mierda) otro
impresentable ha nombrado ministro de la Hacienda Pública. Ese tipejo que
coreando a su jefe hacía chistes con la subida de los impuestos indirectos –
van a subir los impuestos de “los” (¿será posible?) chuches - dice que si todos pagarán el IVA no sería
necesario subirlo “tanto”. ¿Se puede saber a qué coño esperamos para echar de España
a esta gentuza? Este inepto acaba de reconocer públicamente que no es capaz de
combatir el fraude (por no hablar de cómo trata a los defraudadores) y, en
consecuencia, tiene que aumentar la tributación de los ciudadanos honrados para
compensar su propia incapacidad.
El ministro de Economía, auténtico vendedor de
humo, se ufana de los éxitos conseguidos en su negociación con los mandamases
europeos como si las condiciones asociadas a su egolatría no afectaran al
conjunto de los ciudadanos.
La extraviada que dirige el Ministerio
de Empleo y Seguridad Social, quiere
compatibilizar la pensión con el trabajo a tiempo parcial (como ya estás mayor
trabaja menos pero trabaja para que el Estado se ahorre tu pensión, aunque te
la hayas ganado de sobra).
Ese otro muñeco de feria que se
encarga de la Industria (¿que industria?), el Comercio y el Turismo dice que no
piensa recibir a los mineros que vienen a visitarle y que no tiene nada que
hablar con ellos.
El patoso que lleva las cosas de la Justicia ha
conseguido que hasta el Consejo General del Poder Judicial se ponga en guardia
contra sus maquinaciones, un tipo que endeudó hasta las cejas a todos los
madrileños fue nombrado Ministro de Justicia. Pudiera haber sido peor, habrían podido nombrarle ministro de economía o de hacienda (¿Por qué coño habrán separado
esto? En el mundo civilizado se llama Ministerio de Finanzas), aunque bien
pensado entre los tres no sé muy bien con quién quedarme para hacerlo mal.
Por si esto fuera poco ahí está
el señor Ministro de Educación, un frívolo acostumbrado a participar en las tertulias
más cutres de la telebasura. A este individuo desagradable se le ha encargado
la educación de nuestros hijos, o sea el futuro de España, manda huevos.
Menos mal que tenemos al señor
Ministro de Asuntos Exteriores poniendo firmes a la señora Merkel y al señor Draghi. Hay que reconocer que es un
buen compañero pero me temo que como defensor de la marca España no va a pasar
a la historia. Su jefe prometió a los españoles que con él España volvería a
ser escuchada y nos han echado del BCE y del futuro MEDE. Los argentinos nos
roban la cartera (¿con razón?) y los franceses nos hacen guiñoles. Joer machi que pasada, de
victoria en victoria hasta la derrota final.
Yo quiero vivir en la España que
sugiere esa minera no en la que nos quiere imponer esta pandilla de canallas.
Sin sonrojarse lo más mínimo, los PePeros han estado aplaudiendo esta mañana en el congreso al presidente, los tiros de gracia que ha ido repartiendo entre funcionarios, parados, pensionistas y demás contribuyentes con la subida que ellos nunca IVAn a poner en marcha.
ResponderEliminarHoy han disfrutado tanto como cuando se ganó la Euorocopa... o más.
Martinico.
Sí,amigo,una auténtica vergüenza. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Esta mañana he tenido un "debate" conceptual con un tipo que defendía la política económica del gobierno. Decía que "no se puede hacer otra cosa y, conste, que no soy del PP". Yo, en un derroche de paciencia, le he explicado diez cosas que se pueden hacer y no se hacen porque no se quieren hacer.
ResponderEliminarMis amigos tiraban de mi - venga vamos "pesao" - luego me han dicho - pero ¿tú estás tonto o qué? - ese que te decía que no es del PP, figuraba en las listas del PP para las municipales en las últimas elecciones, es que no te enteras, tío -
La cosa se ha zanjado cuando el personaje en cuestión como argumento final me ha dicho - oye que yo soy doctor ingeniero industrial - yo le he contestado - pues mira ya somos dos doctores y a poco que nos empeñemos curamos a todo el pueblo, lo que no sé es de qué mal - en esto último le mentí, si sé de qué mal pero no me pareció prudente decírselo, yo trato de ser respetuoso hasta con aquellos cuyas ideas no merecen el menor respeto.