Pues sí que la hemos hecho buena
¿Todo esto era para salvar al euro de la voracidad de los mercados? Pues no
parece que los ingenieros de la idea hayan acertado. Tras un par de horas de euforia desenfrenada, las leyes del mercado (que cosas hay que asumir) han terminado por imponerse. Ayer lunes la euforia del IBEX en los primeros
compases de la sesión de la bolsa (llegó a subir un 6%) dejó paso, en apenas dos horas, a una reconsideración
general. Así en la primera hora (los
jefes siempre llegan tarde al despacho) la cosa se disparó, pero luego
llego el capitán y mandó a parar (son los que comprando con el rumor hicieron subir el IBEX más de un 8% durante la semana y ayer vendían con la noticia y con pingües beneficios). Al final el IBEX ha cerrado perdiendo un
0,54% y la prima de riesgo ha trepado hasta los 520,9 (sube 32 puntos básicos) a
las 23.56 horas del primer día de contraste. No parece que los mercados se
hayan quedado satisfechos con este milagro de dios que ha sido la GRAN DECISION
del continente europeo, aunque pongamos que un promedio del 10% de rendimiento a la inversión en una semana (o sea un 520% en tasa anual) tampoco está nada mal .
Gepetto parece haberse convertido
en uno de los principales proveedores de asistencia, servicios y suministros
exteriores del Partido Popular y eso ha permitido al famoso carpintero llenar
el gobierno de este paciente país con multitud de esas simpáticas criaturas
suyas conocidas por su desapego a la verdad.
Mariano Rajoy, el hombre que
aseguraba en sede parlamentaria que “llamaremos al pan, pan y al vino, vino”, ha venido rechazando con la máxima
contundencia y hasta el último minuto la posibilidad de solicitar el apoyo
europeo para el saneamiento del sistema financiero, pese a que él y su gabinete
llevaban semanas diseñando la forma y el alcance de tal apoyo. Desde que en la
tarde-noche del viernes la agencia Reuters difundiera la noticia hasta el mismo
sábado, unas horas antes de que el presidente de la eurozona hiciera público el
acuerdo y el titular de Economía lo explicara, a su modo, en rueda de prensa, todo
el mundo en el gobierno, incluida la vicepresidenta y el ministro de industria
rechazaban contundentemente que se pensara solicitar la “asistencia” (el caso
es no llamar a las cosas por su nombre) de la UE.
Finalmente la realidad se impuso
y de Guindos se presentó ante los medios para decir cuatro o cinco cosas: 1)
que España había decidido aceptar la ayuda europea en lo que constituye un
nuevo éxito de la gestión del gobierno, 2) que el apoyo europeo no
condicionaría en modo alguno la política económica del gobierno, quedando su
condicionalidad limitada al sistema financiero, 3) que los intereses
computarían como gasto y por tanto añadirán déficit, 4) que la deuda pública se
iba a disparar, haciendo desaparecer con ello una de las pocas ventajas que
España todavía conservaba respecto a la mayoría de sus socios europeos
comparables (esto último no lo dijo él, lo digo yo) y 5) que a partir de ahora
el crédito a empresas y familias fluirá a raudales .
Los anteriores puntos 1) y 2)
hacen referencia a la opinión del gobierno sobre el rescate y su libertad de
acción futura en materia de política económica. Considerar un éxito tener que
recurrir a la UE europea de Europa para sanear un sector tan insano como es el financiero español no deja de
ser una grosería intelectual insoportable, pero afirmar que la ayuda estaría
exenta de condiciones macroeconómicas es una mentira inaceptable incluso en este país, por más que no sea otra más de las que oímos cada día.
Mientras de Guindos encaraba su rueda de prensa, Jean Claude Junker, presidente
del Eurogrupo, hacía público este documento http://www.finanzas.com/noticias/empresas/20120609/comunicado-integro-eurogrupo-sobre-1407381.html, en el que se anuncia el
acuerdo. En él se dicen cosas como estas:
“El Gobierno español
tendrá la plena responsabilidad de la asistencia económica y firmará el Memorando de
Entendimiento [que es el documento en el que se recogerán las exigencias
del Eurogrupo]
El Eurogrupo observa que España ya ha implementado importantes
reformas fiscales y reformas en el mercado laboral y medidas para fortalecer la
base de capital de los bancos españoles.
El Eurogrupo confía en que España respetará sus compromisos bajo
el procedimiento por déficit excesivo y con respecto a las reformas
estructurales, con vistas a corregir los desequilibrios macroeconómicos en el
marco del semestre europeo.
El progreso en estas áreas será revisado de cerca y regularmente
en paralelo con la asistencia financiera.”
Leyendo esto nadie puede dudar de que la asistencia financiera
está condicionada, entre otras cosas, al cumplimiento de los objetivos de déficit.
El tercer punto hace referencia al impacto del rescate, con
perdón, en el déficit público. De Guindos, a preguntas de los periodistas,
reconoció que los intereses son un gasto y como tal añadirán déficit en la
cuantía que corresponda según el volumen final de la operación, su ritmo de
movilización y la tasa de interés que se aplique. Pues bien, al día siguiente
Mariano Rajoy aseguraba en rueda de prensa que no, que de eso nada, los
intereses no computarán como déficit y
al día siguiente Amadeu Altafaj, portavoz de asuntos económicos de la UE lo
confirmaba asegurando en TVE que “los intereses, desde luego, no computarán como déficit”. Al oír a
estos dos yo me he puesto muy contento porque he entendido que nos los iban a
perdonar pero por si no fuera así quiero advertirles desde aquí de los peligros
de la ingeniería financiera y de la contabilidad creativa y si alguien lo duda
que se lo pregunte a los griegos y a su ingeniero Goldman Sachs.
El punto 4) se refiere al tamaño que
alcanzará la deuda en relación al PIB, tras el rescate. Conviene recordar en
este orden que el señor de Guindos ya nos había advertido de que en 2012 la
deuda iba a crecer 10 puntos (100.000 millones) a causa del déficit de 2011 y
de alguna otra cosilla que pensaba hacer. Con la brillante operación de rescate
diseñada por los Rajoy’s boys pasaremos de un 68% a finales de 2011 a una
horquilla de entre el 85% y el 90%, adiós al ratio de oro de la economía española.
Obviamente un ratio es un ratio y
por si solo no debería preocuparnos demasiado ….. salvo por el pequeño detalle
de que esos malvados insensibles que son las agencias de rating podrían decidir
tomar cartas en el asunto y volver a rebajar la calificación de la deuda
española hasta situarla, por fin, en grado especulativo, es decir, al nivel de bono basura. Si esto sucede el
precio de la deuda en circulación se derrumbará, la rentabilidad del bono se
elevará hasta el cielo y no solo no podremos pagar los intereses de la nueva
deuda a emitir sino que no habrá nadie dispuesto a comprarla, entre otras cosas
porque los fondos de inversión, de pensiones y otras instituciones tienen por
costumbre (y algunos por escrito en sus estatutos) que no pueden mantener
inversiones por debajo de determinada calificación (grado de inversión). Esto llenaría de papel
español el mercado secundario y con ello su precio se desplomaría, su rentabilidad se saldría de la galaxia y si todavía quedara algún despistado que estuviera dispuesto a comprar exigiría tal rentabilidad que sería imposible pagársela.
El último punto citado arriba
recogía la afirmación del ministro, del presidente y de todo aquel miembro del
PP al que le acercaran un micrófono “ahora el crédito se desbordará, ya veréis”¿Por
qué habría de pasar eso? En el escenario como el que se describe ahí arriba no
parece razonable esperar semejante situación, entre otras cosas, porque nuestros
bancos no encontrarán financiación en ninguna parte porque ninguna empresa española puede tener una calificación de agencia superior a la del país y lo que vale para la deuda pública también vale para la deuda privada. En ese panorama los bancos no podrían refinanciar su deuda y su desapalancamiento necesariamente debería ir contra el flujo de crédito. Por si esto fuera poco, si, como nos han dicho
hasta la saciedad, el 70% del sistema financiero está sano (y el crédito seco) ¿Quién
puede racionalmente suponer que arreglar los problemas del 30% va a conseguir
restaurar el flujo de crédito hacia la economía productiva y el consumo?
Por último, hoy mismo Durao
Barroso ha declarado a Financial Times que él fue quien presionó a Rajoy para
que aceptara el rescate antes de las elecciones griegas. Buena gestión la del
gobierno, sí señor, este gobierno gestiona muy bien el cabreo de nuestros socios
(media Europa se parte de risa y respira aliviada por no ser ciudadano/a
español/a). Pero hete aquí que esta mañana en TVE Martinez Pujalte decía que él
sabía de primera mano que el ministro de economía llevaba mucho tiempo diseñando
el rescate. Pero vamos a ver ¿en qué quedamos? El sábado por la mañana no íbamos
a ser rescatados, el sábado por la tarde el rescate ha sido un éxito del
gobierno, el lunes Durao Barroso dice que presionó a Rajoy, el martes Pujalte
dice lo contrario ¿Serían ustedes tan
amables de dejar de insultar a sus conciudadanos? Esto ya pasa de ser irritante
a resultar inaceptable. Tiene razón el secretario de CCOO deberíamos exigir un referéndum
para echar del gobierno (y de España) a toda esta pandilla de embusteros y
delincuentes.
Ah, me olvidaba. Robert Mundell obtuvo un premio Nobel de
economía por su trabajo sobre las zonas monetarias óptimas como se supone que
es la zona euro. Buscad en la red lo que requería Mundell a una zona monetaria
multinacional para considerarla óptima y tratad de aplicarlo a la Eurozona, veréis
que curioso (especialmente desde que entró en vigor el Pacto de Estabilidad y
Crecimiento). Casualmente (o no) el año 1999, además de llevar a Mundell el
premio Nobel fue el año en que el euro entró en vigor como divisa (habría que
esperar hasta 2002 para que lo pudiéramos llevar (no todos) en nuestros
bolsillos), claro que Suecia no está en el Eurogrupo y que conste que yo no
digo que eso tenga algo que ver.