Hoy elEconomista.es publica un artículo con este
titular “Las eléctricas piden el céntimo verde a
las gasolinas como insta Bruselas”. No sé de dónde habrá sacado este panfleto
que Bruselas haya instado semejante petición, como tampoco sé si la supuesta
petición se ha producido realmente pero sí
sé que, a pesar de que la tarifa eléctrica de consumo doméstico en España es la
tercera más alta de la UE (solo por detrás de Malta y Chipre), tenemos una deuda
con las compañías que asciende a la tontería de 24.000 millones de euros. Déficit
de tarifa lo llaman ¿será posible?
Bruselas
ha dicho estos días que España cobra pocos impuestos ambientales y eso ha sido
debidamente aprovechado por el Ministro de Hacienda para escamotear, una vez más, la respuesta a una pregunta, bien directa, en relación con el inmediato aumento
del IVA en nuestro país, así que vayamos preparándonos.
Todo este
lío, ya se sabe “a río revuelto…”, tiene su origen en una ley del último
gobierno de Aznar (Ley 24/2001 de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden
Social) que, entre otras muchas cosas, introdujo un impuesto de nombre rimbombante
“Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos” (Artículo
9 de la ley) que ha pasado al idioma de las “personas humanas” con la
denominación de “céntimo sanitario”.
Mediante
este invento las ventas de carburantes de automoción serían gravadas con una
tasa, divida en dos tramos, nacional y autonómico y sus ingresos según el
apartado 3 del punto 1 del artículo 9 de la ley, quedarían:
“afectados
en su totalidad a la financiación de gastos de naturaleza sanitaria orientados
por criterios objetivos fijados en el ámbito nacional. No obstante lo
anterior, la parte de los recursos
derivados de los tipos de gravamen autonómicos podrá dedicarse a financiar
actuaciones medioambientales que
también deberán orientarse por idéntico tipo de criterios.”
La aplicación de este impuesto, que no afecta a
Canarias, Ceuta y Melilla, es
discrecional por parte de las CCAA y por
ello ha sido realizada de forma muy desigual. Así, no se aplica en Aragón, Navarra,
Rioja y País Vasco y en el resto de CCAA el tipo oscila entre los 1,5 céntimos por
litro de Murcia o Galicia y el máximo legal
de 4,8 céntimos que se carga en Castilla León, Valencia, Cantabria y Baleares.
Basándome
en las estadísticas de consumo que publica Cores (Corporación de Reservas
Estratégicas de Productos Petrolíferos del Ministerio de Industria), he
elaborado este cuadro que muestra la evolución del consumo mensual de carburantes
de automoción durante estos dos últimos años:
Como se puede apreciar el consumo de carburantes se ha reducido de forma importante en cada uno de los meses de 2011 (a excepción del mes de enero) cerrando el año con una caída de 4,28% que se acentúa extraordinariamente (20,76%) en el caso de la gasolina de alto octanaje, con todo y una vez traducido a litros el dato que Cores publica en toneladas (densidad 0,76) resulta que el consumo anual de carburantes de automoción se eleva a 36.475 millones de litros con lo que cada céntimo de euro equivale a una recaudación de 364,7 millones de euros.
¡Qué bien!
ResponderEliminarCuanto más nos aprieten antes reventaremos.
Sin necesidad de aludir a los graves problemas que realmente supone mantener una economía basada en los combustibles fósiles, que son el pico del petroleo y el daño irreparable que causan al entorno (ya que parece que nunca son el problema urgente a resolver) aquí tenemos una buena razón universal para mandar a paseo el automóvil, no nos lo podemos permitir. Tener coche va a significar en muy poco tiempo, vivir por encima de nuestras posibilidades.
Personalmente, es un lujo que cada día me duele más permitirme. Pero si además de la letra del coche, el seguro, el impuesto de circulación, los peajes, la zona azul, los radares, los puntos, el problema de aparcamiento, la obsolescencia programada de todo lo programable y el combustible, si además ahora también tengo que pagar las pérdidas de las eléctricas por la crisis, mejor me compro una bici. Cada día me duele más ver girar los números del surtidor, pero esto ya va contra mis principios. Con lo que me cuesta el coche al mes viven (no se cómo) dos pensionistas.
El agujero de Bankia me lo voy a tener que comer, pero este es indirecto, o sea, que decido cuando y como. Pues creo que no voy a encontrar el momento, así que... mamones!! ... a mamarla por ahí!!!
Iñaki, muy interesante el blog, lo seguiré.
L. Larra